El Instituto Brookings de EE.UU. llama la atención sobre el empleo juvenil en su decálogo de prioridades para 2014
El Instituto Brookings, creado en Washington en 1916 y dedicado a la investigación y al estudio de políticas innovadoras, con un amplio prestigio internacional, acaba de publicar una especie de decálogo de prioridades para África en 2014, entre las que destaca la necesidad de apoyar el empleo juvenil, una franja poblacional que, asegura, aumentará en 14 millones de personas este año.
Esta entidad, dirigida actualmente por Strobe Talbott, ex secretario adjunto de Estado de los Estados Unidos con Bill Clinton, centra su orientación hacia aspectos tales como la gobernabilidad, la diversificación industrial, la formación o la política exterior.
Asume el informe que la posición internacional del continente seguirá evolucionando durante este ejercicio, pero que, para avanzar en la agricultura como motor de empleo y para garantizar también la seguridad alimentaria, es aconsejable aplicar la biotecnología al campo con el fin de potenciar las producciones y poder establecer subsidios para los agricultores.
Asimismo, el organismo sugiere que los Estados sean más proactivos a la hora de atraer la participación de nuevos socios comerciales, como China o India, que pueden incidir positivamente en el desarrollo industrial de las regiones, y llama a eliminar los obstáculos para acceder a los mercados externos, claro que previo control de los déficits y el impulso de la transparencia en los sistemas nacionales.
Dice el análisis además que los planes de financiación y crecimiento sostenido deben estar en consonancia con una buena gobernabilidad, la creación de puestos de trabajo, reducción de la pobreza y la participación de la iniciativa privada para estimular un desarrollo multisectorial.
La parte más política del manifiesto del Instituto Brookings, al que algunas voces critican por sus tendencias liberales y cuyo lema es “Calidad. Independencia. Impacto”; gira en torno a la piratería marítima, principalmente en Somalia y el Golfo de Guinea, y urge a las naciones afectadas a enfrentarse a ella por ser una peligrosa amenaza, económicamente muy costosa.
Igualmente aconseja preparar tropas multinacionales de intervención rápida para responder a conflictos bélicos, como los que se están produciendo en Mali o la República Centroafricana, y que la Unión Africana establezca una creciente colaboración con la Corte Penal Internacional para extender su influencia en el control de los delitos en los territorios del continente.
Concluye la propuesta alertando sobre el cambio climático y sus devastadores efectos, sobre todo en las economías de subsistencia de las comunidades subsaharianas, que podrían acarrear una reducción de las cosechas de secano a la mitad de la actual para 2020, al mismo tiempo que anima a los países a elevar la voz en los foros de debate e influencia internacionales.
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FuenteAIM